Agradece lo que tienes: la felicidad no depende de poseer mucho sino de necesitar poco, ella es nuestra condición natural y emana de dentro, sólo precisamos atrevernos; acepta tu cuerpo tal cual es, es la canoa que te prestaron para viajar en el río de esta vida: cuídalo, dale amor, habla con él en cada una de sus partes, y fundamentalmente ámalo, se llenará de luz, ése será el inicio de un nuevo amanecer, el resto....cantar, jugar, danzar, amar la vida y sus sorpresas, estar disponible y humilde al aprendizaje, agradecida al Universo, creciendo, siempre creciendo hasta hacer de cada día una fiesta de crecimiento ininterrumpido.
La sobriedad de mi silencio
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La sobriedad
De mi silencio
Me llevó a leer
El aleteo de una mariposa
Que invadió el espacio
Que por siglos a estado au...
Hace 16 horas