11 nov 2009

TIEMPO



El amor que no tiene tiempo, tampoco tiene espacio.

Recorrer el universo físico y emocional de un vínculo requiere momentos , dedicación, estados de ánimo, disponibilidades, convergencias.
Y eso existe en el tiempo.
Cuanto menor es el tiempo que dispongo, tanto mas breve será mi recorrido.
Si quiero evitar el tiempo que requiere mi desplazamiento desde un punto de partida a un punto de llegada, lo mas “eficaz” sería eliminar el viaje.
La consecuencia podrá ser como ocurre con lamentable frecuencia, confundir la llegada con la partida.
En el tema de los sentimientos, esto suele ocurrir cuando se confunde el enamoramiento con el amor. O la pasión con el amor.
El enamoramiento es la sacudida emocional que sobreviene a un encuentro movilizador, es el momento en el que un determinado “status quo” se ve alterado por la aparición de otra persona que me conmueve, me saca de ciertas rutinas, me presenta la posibilidad de otros escenarios, me introduce en nuevos sueños, fantasías, e ilusiones.
En el enamoramiento todavía nada hay en común, todavía el otro no surge en la dimensión de su singularidad verdadera, y mi propia unicidad aún no se expresa.
En el enamoramiento, una conmoción cava espacios para posibles cimientos.

CONSTRUIR EL EDIFICIO, TRANSFORMAR EL ENAMORAMIENTO EN AMOR, ES UN PROCESO QUE NECESITA TIEMPO.


Las condiciones del buen amor – Sergio Sinay