24 jul 2009

EL BUEN COMBATE


El buen combate es aquel emprendido porque nuestro corazón lo pide.
En épocas heroicas, en tiempos de los caballeros andantes, esto era fácil; había mucha tierra por conquistar y mucho por hacer.
Hoy día, sin embargo, el mundo ha cambiado mucho y el Buen Combate se desplazó de los campos de batalla al interior de nosotros mismos.
El Buen Combate es aquel entablado en nombre de nuestros sueños, cuando explotan dentro de nosotros con todo su vigor en la juventud, tenemos mucho coraje pero todavía no hemos aprendido a luchar.
Después de mucho esfuerzo, hemos aprendido a luchar, pero ya no tenemos el mismo coraje para combatir.
Por eso nos volvemos contra nosotros mismos y pasamos a ser nuestro peor enemigo.
Decimos que nuestros sueños eran infantiles, difíciles de realizar o fruto de nuestra ignorancia de las realidades de la vida.
Matamos nuestros sueños porque tenemos miedo de entablar el Buen Combate.
El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la
FALTA DE TIEMPO.
Las personas más ocupadas que he conocido en la vida siempre tenían tiempo para todo.
Los que nada hacían estaban siempre cansados, no conseguían realizar el poco trabajo que tenían y se quejaban constantemente de que el día era demasiado corto.
En verdad, tenían miedo de enfrentarse con el Buen Combate.
El segundo síntoma de la muerte de nuestros sueños son NUESTRAS CERTEZAS .
Porque no queremos considerar la vida como una gran aventura para ser vivida.
Pasamos a juzgarnos sabios, justos, correctos en lo poco que pedimos de la existencia.
Miramos más alla de las murallas y escuchamos el ruido de lanzas que se rompen, el olor de sudor y pólvora, las grandes caídas y las miradas sedientas de conquistas de los guerreros.
Pero nunca notamos la alegría, la inmensa alegría que está en el corazón de quién está luchando, porque para ellos no importan la victoria ni la derrota, importa sólo participar en el Buen Combate.
Finalmente, el tercer síntoma de la muerte de nuestros sueños es LA PAZ.
La vida pasa a ser una tarde de domingo, sin pedirnos cosas importantes y sin exigirnos más de lo que queremos dar.
Creemos entonces que ya estamos maduros; abandonamos las fantasías de la infancia y conseguimos realizarnos personal y profesionalmente.
Nos sorprendemos cuando alguien de nuestra edad dice que quiere todavía esto ó aquello de la vida.
Pero en verdad, en lo último de nuestro corazón, sabemos que lo que ocurrió fue que renunciamos a luchar por nuestros sueños, a entablar el Buen Combate.



Cuando renunciamos a nuestros sueños y encontramos la paz, tenemos un pequeño período de tranquilidad.
Pero los sueños muertos comienzan a pudrirse dentro de nosotros é infectan todo el ambiente en que vivimos.
Empezamos a ser crueles con los que nos rodean y finalmente pasamos a dirigir esta crueldad contra nosotros mismos.
Surgen la enfermedades y las psicosis.
Lo que queríamos evitar en el combate – la decepción y la derrota – pasa a ser el único legado de nuestra cobardía.
Y llega un bello día en que los sueños muertos y podridos vuelven el aire tan difícil de respirar que pasamos a desear la muerte, la muerte que nos libere de NUESTRAS CERTEZAS, de NUESTRAS OCUPACIONES y de aquella terrible PAZ de las tardes de domingo.



El peregrino
Pablo Coelho






17 jul 2009

MADURANDO LA FE

“Había una madre con su pequeña hija, en su pequeño hogar reinaba tranquilidad, estabilidad y paz.
Pero en aquel verano la madre enfermó gravemente. Su medico al ver que nada podía hacer para salvarla decide explicarle a la hija sobre el estado de su madre y tratar de prepararla para lo inevitable. Le dijo a la pequeña que su madre estaba enferma y que pronto moriría, porque no había más nada que hacer. Cuando la pequeña preguntó cuanto tiempo iba a vivir su madre, el médico al observar un árbol (un viejo y hermoso paraíso) en el patio de la casa, le contesto: “mira pequeña, cuando todas las hojas de ese árbol caigan tu madre partirá al cielo”. Y así el médico concluyó la charla, dejando a la niña mirando detenidamente ese árbol gigante. Y así pasaron los días, con la pequeña cuidando de su madre y a la tarde cuando terminaba los quehaceres, salía al patio a contemplar ese viejo paraíso, sus movimientos ante el viento, miraba con miedo a aquellas hojas que parecían vulnerables y que podían caer. Ella estaba ahí, entre sus oraciones, el dolor de su madre y la angustia de la futura pérdida, tan chica y con tantas cosas que le oprimían el corazón. Pasaban las horas, las semanas, y los días se hacían grises. La princesita, como así la llamaba su madre, seguía mirando el árbol todas las tardes, como tramando algo, lejos estaba de amargarse o de derramar lagrimas. Al ver que las hojas tomaban un color amarillento, no lo dudo mas, tomo un ovillo de hilo y con convicción ato cada hoja a las ramas del árbol. Al llegar el médico a la casa para revisar a la madre notó que la hija no estaba con ella y fue a buscarla, hasta que la encontró en el patio contemplando el árbol. El médico se acerco y al ver toda las hojas atadas le pregunto que hacia, ella le recordó que el le había dicho que su madre moriría cuando todas las hojas del árbol cayeran, el asentó con la cabeza.
Entonces la niña termino su respuesta de la siguiente manera, “Estoy salvando a mi Mama”.


Al ver semejante muestra de Fe, el doctor no pudo contener el llanto y pensando en la inocencia de ella pidió al Cielo estar equivocado. Hoy, ya es primavera y la princesa, junto a su reina contempla ese viejo árbol a la espera de nuevas hojas, de una nueva oportunidad, de una nueva vida.

Madurar la fe es llevar el concepto de la fe a lo practico a lo cotidiano, no guardarla para los domingos nada mas.
Hay que tener Fe en las pequeñas cosas y así se hará grande nuestro corazón, de a poco podremos ir haciendo un hogar mejor, una sociedad justa, un mundo libre.
"Utopias Muertas" Felipe Peñaloza

10 jul 2009

LA PAZ DEL CORAZON….....PARTE DOS


Toda acción, Corazón mío, que no tenga por miras a Dios amorosísimo, vale tanto como la siembra en el agua


Nada trasciende de ella, todo se quema en la constante hoguera de los siglos.
En efecto, los siglos son calderos de Dios, donde se convierten en cenizas los soberbios leños de nuestros egoísmos.
Quién vive para sí y no para Aquel, hace de la nada su heredera.

Para no condenar a nuestro siglo - ¡qué digo! , a nuestro milenio- bueno sería suponer que estamos aquí en tren de juego, como si fuéramos una especial clase de niños cósmicos.
Jugamos a que trabajamos, jugamos a que amamos, a que hacemos la guerra, a que creemos.

Trabajar no es hacer en fábricas o talleres.
Trabajar es trabajarme interiormente para que mi constante preocupación por salir de tanta incertidumbre termine por hacerme conquistador de mi develamiento y, por ende de mi felicidad imperecedera.

Trabajar es reintegrame, volverme íntegro, completarme o bien compactarme; no deben quedar espacios , no deben de haber vacíos en mí para que los llene la irrealidad, la fantasía, lo intrascendente cuyo techo es el tiempo y sus horas de hipócrita importancia.

Una hora, sí, es importante, cuando me acerco al centro de mí mismo: esa hora se torna parte de la eternidad, sale del tiempo, y se convierte en algo perenne; más...¿cuántas de ellas vivimos?

¡Ay! Somos suicidas espirituales, Corazón, y nos matamos a diario, poco a poco, accediendo a que el tiempo se agote sobre la negra tinta de la nada..

Pide a Dios misericordioso que te otorgue un poco de devoción por EL.



Ada Albrecht




1 jul 2009

DIFICIL ES......

Difícil, muy difícil es tu despertar, Corazón mío.



Podrán tal vez los músculos del cuerpo físico socavar montañas y conquistar el fondo de los mares.
Para toda empresa hacia fuera trabaja comedidamente el cerebro y a todo quehacer le encuentra gusto.
Su reino es el reino de la acción externa, y no puede estarse quieto, pues como las mariposas les atrae la llama, así el fuego del mundo atrae al pensamiento.
A la mente se le ha hecho un altar, y la humanidad entera sabe de su culto.
En cuanto a ti, se te ha olvidado, nada tienes que despierte nuestro interés, porque tu reino se encuentra más alla del espacio y del tiempo, protegido por los muros de la soledad y el silencio, consuetudinarios enemigos de la mente.
Si a ésta le dices “nada hay para hacer, evita las obras sugeridas por el ego” te creerá demente.
El tiempo está allí, como un inmenso cañamazo al que hay que bordar con los hilos multicolores de las ambiciones, “Nada hay para hacer” es, según ella, opinión de necios; pero tú dices “nada hay para hacer”, y lo dices con sabiduría, pues con hilos de humo no se pueden tejer mantos que abriguen del frío.
El alma es eterna, y poco servicio le prestan – por el contrario, mucho la inquietan – los productos del tiempo.
Tú, que sólo te avienes con la sencillez de lo eterno, apenas si encuentras sitio entre las complicaciones sin sentido: Nadie escucha tu voz, y quien lo hace, se sale del tiempo y para éste se torna nulo

Este mundo no sienta bien a tu ser adulto, y sufres en él como un gigante conminado a doblar sus espaldas constantemente a fin de tornar posible su diálogo con los enanos.



La paz del Corazón
Ada Albrecht

24 jun 2009

ANTES Y DESPUES


Antes de despertar, nuestra alegría radica en usar las cosas de esta tierra; después de la gracia del despertar , nuestra alegría es servir a las cosas de esta tierra.

Con el crecimiento de la sabiduría nuestra vida se vuelve cada vez más un acto creativo, un acto de servicio.

La belleza de tal comprensión es que no excluye a nadie.
Todas las personas deben ofrecer su don especial, y cada acto sirve a los dioses.

La música sagrada, la danza, la pintura, la canción, el cuento, el trance místico y la oración se mezclan con el cocinar una comida, cultivar la tierra, conducir un auto.

Todo se considera activamente valioso, todo ser está conectado con los dioses.

Cada uno de nosotros tiene un don para la tierra; nos ofrecemos a la red de la vida todo el tiempo.

Con frecuencia no honramos las semillas de nuestras pequeñas contribuciones ni reconocemos cómo darán fruto en el entorno más amplio de todo lo que vive.

Con el despertar, vemos que todas nuestras acciones tienen consecuencias en todo.

Nuestros dones especiales se pueden manifestar cuidando niños, trabajando en la justicia, el comercio, en la música, con redes de computadoras, o en jardinería.

La cuestión no es qué ladrillo de la construcción somos, sino permitir que nuestra voz única y especial se mueva en armonía con un propósito vivo.



J. Kornfield

17 jun 2009

LA ACCION ADECUADA/LA QUIETUD ADECUADA


Dejarse llevar por una multitud de preocupaciones conflictivas, entregarse a demasiadas exigencias, comprometerse con demasiados proyectos, querer ayudar a todo el mundo en todas las cosas es en sí mismo sucumbir a la violencia de nuestros tiempos.
Thomas Merton.

A veces es necesario marchar; a veces es necesario sentarse, orar.

Cada cosa a su tiempo puede devolver el corazón y el mundo al equilibrio.

Para que actuemos sabiamente, nuestra compasión debe estar equilibrada con la ecuanimidad, la habilidad de dejar que las cosas sean como son.
Así como nuestro corazón apasionado puede conmoverse con las penas del mundo, de la misma manera debemos recordar que no es responsabilidad nuestra remendar todo lo que hay roto en el mundo: es solo arreglar lo que podamos.
De lo contrario nos volvemos grandilocuentes, como si nos hubieran puesto aquí para ser los salvadores de la humanidad que nos rodea.
La compasión y la ecuanimidad entran en armonía cuando vivimos en la realidad del presente. Es muy sencillo. La atención y la compasión se adoptan genuinamente de a un paso por vez, una persona a la vez y un momento a la vez. De lo contrario nos agobiarán todos los problemas que hay que atender; los dilemas de nuestra familia y nuestra comunidad, la injusticia y el sufrimiento del mundo entero.

La compasión es real en los detalles, en nuestra respuesta a la inmediatez de este momento. Incluso en situaciones globales es así. Es en los detalles que la misericordia del corazón se expande. Ya se trate de nuestro vecino enfermo o la construcción gradual de una campaña mundial para prohibir las minas terrestres o detener la destrucción de los bosques húmedos, cada día, cada paso, es como respirar, una práctica de expansión del corazón.


En estos pequeños pasos puede florecer nuestra verdad..


Jack Kornfield

10 jun 2009

EL SERVICIO (DOS)

Hoy quiero dejarles algo que me envió mi querida amiga María Durga.
Quién escribió esto tan hermoso es un médico Colombiano muy reconocido, que está haciendo un trabajo fantástico, creador de la sinergética, que a grandes rasgos sería tratar la enfermedad de manera holística, usando la alopatía pero también todas las alternativas posibles para mejorar básicamente el espíritu.

Cuando servimos: de Jorge Carvajal Posadas


En ti, un niño, tal vez abandonado. Una mujer o un hombre esperando. Un poeta, un músico, un soñador que quiere despertar. Un silencioso hermano de tu hermano. Tanto amor en ti espera madurar, tanto de ti espera para dar, que sólo tienes que mirar adentro lo que eres y saber que es siempre el propio ser lo que se da.. Sirves cuando te aceptas, cuando puedes comprender que tienes algo para dar al mundo que nadie más que tú lo puede dar. Sirves cuando puedes reconocer en otros una parte de tu propia humanidad.Sirves cuando callas y acompañas, cuando puedes ser el que comprende y no el que juzga, cuando aprendes del error sin quedarte con la culpa. No dejes que nadie pase por tu vida sin darle el regalo de tu propia vida, que la vida más abundante es aquella que se da.



"por alguna razón te siento cerca es como si percibiera que sentimos la vida parecido."




3 jun 2009

EL SERVICIO


El servicio no se limita a los actos heroicos, a los grandes gestos, o las fabulosas donaciones a instituciones públicas.
También sirven los que expresan su amor en las pequeñas cosas.
Una palabra que da ánimo a un corazón desesperado o una sonrisa que trae esperanza en medio del dolor representa tanto servicio como un sacrificio heroico.
Una mirada que borra la amargura del corazón es servicio, aunque no haya intenciones de servicio al hacerlo.
Tomadas por sí solas todas estas cosas parecen cosas pequeñas, pero la vida misma está hecha de muchas cosas pequeñas.
Si se ignoran estas pequeñas cosas, la vida perdería su belleza y se volvería insoportable.

EL BUEN SERVICIO NACE DE UN CORAZON EN PAZ

El mejor modo de amar y servir surge con claridad de los momentos de quietud.
Al detenernos a escuchar nos conectamos unos con otros y así nace la verdadera comunión.
Para poder latir durante toda nuestra vida, el corazón debe descansar en la quietud antes de cada nuevo latido.



Meher Baba

26 may 2009

YO QUIERO AMARTE



Yo quiero amarte sin absorberte.



Apreciarte sin juzgarte.



Unirme a ti sin invadirte.



Invitarte sin exigirte.



Dejarte sin culpa.



Criticarte sin reprocharte.



Y ayudarte sin menospreciarte.



Si puedo tener lo mismo de ti



entonces



Podremos encontrarnos de verdad



Y enriquecernos mutuamente.




v.s

15 may 2009

LA BUSQUEDA DE LA FELICIDAD


Solo nuestra búsqueda de la felicidad nos impide verla.

Es como un arco iris vívido que uno persigue sin llegar jamás a alcanzarlo, o como un perro que se persigue la cola.
Aunque la paz y la felicidad no existen como una cosa o un lugar real, están siempre disponibles, y te acompañan en este preciso instante.
Esperando asir lo inasible, uno se cansa en vano.
Apenas uno abre y afloja el puño tenso de asir, el espacio infinito está ahí, abierto, invitándote , cómodo.
Aprovecha la amplitud, esa libertad y esa comodidad natural.
No sigas buscando.
No te metas en la jungla enredada buscando el gran elefante iluminado que ya está tranquilamente descansando en casa frente a tu hogar.



Gendun Rinpoche

8 may 2009

OBSTACULOS




Voy andando por un sendero.
Dejo que mis pies me lleven.
Mis ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras.


En el horizonte se recorta la silueta de una ciudad.


Agudizo la mirada para distinguirla bien.


Siento que la ciudad me atrae.
Sin saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo.


Todas mis metas, mis objetivos y mis logros.


Mis ambiciones y mis sueños están en esta ciudad.


Lo que quiero conseguir, lo que necesito, lo que más me gustaría ser, aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicioné, aquello que sería el mayor de mis éxitos.
Me imagino que todo eso está en esa ciudad.


Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella.


A poco de andar, el sendero se hace cuesta arriba.


Me canso un poco, pero no me importa.
Sigo.


Diviso una sombra negra, más adelante, en el camino.


Al acercarme, veo que una enorme zanja me impide mi paso.Temo... dudo.
Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente.


De todas maneras decido saltar la zanja.


Retrocedo, tomo impulso y salto... Consigo pasarla.


Me repongo y sigo caminando.
Unos metros más adelante, aparece otra zanja.


Vuelvo a tomar carrera y también la salto.


Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado.


Me sorprende un abismo que detiene mi camino.


Me detengo. Imposible saltarlo
Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas.


Me doy cuenta de que está allí para construir un puente.


Nunca he sido hábil con mis manos... Pienso en renunciar.


Miro la meta que deseo... y resisto.
Empiezo a construir el puente.


Pasan horas, o días, o meses.


El puente está hecho.


Emocionado, lo cruzo.


Y al llegar al otro lado... descubro el muro.


Un gigantesco muro frío y húmedo rodea la ciudad de mis sueños...
Me siento abatido... Busco la manera de esquivarlo.


No hay caso.


Debo escalarlo.


La ciudad está tan cerca... No dejaré que el muro impida mi paso.
Me propongo trepar.


Descanso unos minutos y tomo aire... De pronto veo, a un costado del camino un niño que me mira como si me conociera.


Me sonríe con complicidad.
Me recuerda a mí mismo... cuando era niño.
Quizás por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja: -¿Por qué tantos obstáculos entre mi objetivo y yo?
El niño se encoge de hombros y me contesta: -¿Por qué me lo preguntas a mí?



Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras... Los obstáculos los trajiste tú.





Jorge Bucay

30 abr 2009

NO TE DETENGAS




Quería hacerme este regalo, y compartirlo con ustedes...




Siempre ten presente que la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años...


Pero lo importante no cambia;


tu fuerza y tu convicción no tienen edad.


Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.


Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.


Detrás de cada logro, hay otro desafío.


Mientras estés viva, siéntete viva.


Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.


No vivas de fotos amarillas...


Sigue aunque todos esperen que abandones.


No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.


Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.


Cuando por los años no puedas correr, trota.


Cuando no puedas trotar, camina.


Cuando no puedas caminar, usa el bastón.¡


Pero nunca te detengas!!




Madre Teresa de Calcuta

26 abr 2009

LOS INVITO A MI CUMPLEAÑOS


HOY CUMPLO SESENTA!!!

Sí!!! esta soy yo.

Claro, aquí solo tenía nueve años.

Hace muy poco tiempo me encontré con esta foto, y cuando la ví, me impactó hondamente la sonrisa, la paz que trasunta la mirada.

Desde ese entonces, siempre viví con la creencia de que yo no debía parecer una niña felíz

Había dejado mi casa familiar del campo, padres, cinco hermanos, escuela, juegos compartidos, y me había venido a vivir aquí a Buenos Aires, según mamá por voluntad propia, ojitos desorbitados por la inmensidad de la ciudad, sorpresa por cosas materiales que no tenía ni idea que existían, mucho dolor y lágrimas por las noches, por no atreverme a decir que me quería volver.

Hoy, al cumplir sesenta años, oh Dios!!!, cuantas cosas he vivido, dolores, alegrías, desencantos, pero el saldo es totalmente favorable, infinidad de cosas positivas, valiosas, gente que me ama y a quienes amo, salud, una vitalidad enorme, transitando un camino espiritual cada día más profundo, - hoy decía, -recién hoy, descubro que esa paz en la mirada de esa niña que soy yo, esa sonrisa, esa candidez, es porque se había producido mi iniciación, mi iniciación espiritual, que todos la tenemos, quizás algunos no la relacionen con algún hecho determinante de sus vidas, pero a todos les sucede.

Para mi fue en la primera comunión, al poco tiempo de llegar aquí, empezé a estudiar catecismo y un 8 de Diciembre, Día de la Virgen María, recibía por primera vez a Jesús.

Ese día, quedó grabado a fuego en mi mente, en mi corazón, en mi cuerpo, parecía una novia, y aunque nunca me casé, seguro las novias deben sentir la misma emoción, la misma entrega que sentí yo…. me casaba con Dios…. para siempre.

Desde ese momento y hasta el día de hoy, siento y sentí que tenía una misión en la vida, un deseo intenso de dar, de misionar, acompañar, dar mi mano, mi aliento, mi apoyo a quien lo necesite.

Por circunstancias que no viene al caso mencionar ahora, eso nunca fue posible, siempre tuve que darle prioridad al sostenerme emocionalmente, psicológicamente, materialmente.

Muchos de ustedes saben que mi sueño es irme, una vez jubilada, a vivir a algún lugar tranquilo.

A esta altura ya no importa demasiado a que lugar, solo que tenga casas bajas, cielo estrellado, mucha naturaleza, lejos de esta jungla de cemento que me agobia, a cumplir con ese deseo que viene desde niña, sintiendo que ahora sí estoy preparada, que este es el momento, que vuelvo a tener esa sonrisa transparente, esa paz en la mirada.

Pobrísima en dinero, riquísima en amor, paz y tranquilidad, para mí y para darlo a los otros.

Esto seguramente no va a ser mucho más allá de fin de año.

Ya se irán enterando, porque tenerlos ahí, es muy importante para mí.

Dejo todo en manos de Dios.

El sabe lo que hace

Que así sea

Los quiero

Silvia




19 abr 2009

NO TE QUEJES


No te quejes nunca de ser lo que eres.
Piensa que dispones de un patrimonio enorme: tu propia vida.
Piensa que si quieres hacer de ella algo bueno… puedes hacerlo.
Es cierto que a veces hay circunstancias adversas.
Es cierto que muchos problemas conspiran contra ese deseo de ser más, de ser mejores.
Es cierto que a veces nos falta dinero, que a veces nos falta tiempo, que a veces nos falta salud, que a veces nos falta amor.
Pero también es cierto que siempre tenemos la posibilidad de dar algo de nosotros mismos.
¿Dar qué?
Es muy simple.
A veces basta con dar una palabra, con dar una sonrisa.
Basta con saludar cordialmente al vecino, con reprimir un ataque de mal humor, con suavizar una aspereza.

Los seres humanos tenemos ese precioso don: darnos.
El verdadero sentido de la caridad está en esa entrega tácita y cotidiana, en ese sentirnos parte de una humanidad plena, en ese saber que no podemos vivir egoístamente, aislados unos de otros.

Por eso … no te quejes de ser lo que eres.
Eres mucho .
Eres tu cuerpo y tu alma.
Eres esa capacidad de entrega por la cual puedes comprender y hacerte comprender.
Eres tu mismo…pero también eres los demás, desde que sin ellos no vales nada.
Y quejarte de lo que eres.. es quejarte de la vida, de los sentimientos, de la convivencia, de la humanidad entera.
Nadie tiene derecho a ello.

No te quejes, entonces.
Trata de vivir dándote.
Y verás que la generosidad, la belleza y el amor están en todas partes.

12 abr 2009

LOS CAMINOS DEL CORAZON


El develarse del ser humano es artero y misterioso

Podemos desear que el camino de la iluminación sea ordenado y predecible, pero los caminos del corazón son un paisaje que puede descubrirse solo en el viaje.

No podemos capturar la libertad y ubicarla en el tiempo.

Para el espíritu maduro, LA LIBERTAD ES EL VIAJE MISMO.

Es como un laberinto, un círculo, una flor que se abre pétalo a pétalo, o un espiral que se acentúa, una danza alrededor de un punto fijo del centro de todas las cosas.

Siempre hay círculos cambiantes, subidas y bajadas, aperturas y cierres, despertares al amor y a la libertad, seguidos a menudo por nuevos y sutiles apegos.

En el curso de esta gran espiral, volvemos una y otra vez a donde empezamos, si bien cada vez con un corazón más pleno y más abierto.



J. Kornfield

6 abr 2009

LA MARIPOSA AZUL


Había un viudo que vivía con sus dos hijas curiosas e inteligentes. Las niñas siempre hacían muchas preguntas. A algunas de ellas, él sabía responder, a otras no..
Como pretendía ofrecerles la mejor educación, mandó las niñas de vacaciones con un sabio que vivía en lo alto de una colina.
El sabio siempre respondía a todas las preguntas sin ni siquiera dudar.
Impacientes con el sabio, las niñas decidieron inventar una pregunta que él no sabría responder.
Entonces, una de ellas apareció con una linda mariposa azul que usaría para engañar al sabio.

“¿Qué vas a hacer?” –preguntó la hermana.

“Voy a esconder la mariposa en mis manos y preguntarle al sabio si está viva o muerta”

“Si él dijese que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva, la apretaré y la aplastaré.

Y así, cualquiera que sea su respuesta, ¡será una respuesta equivocada!”

Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio, que estaba meditando.

- “Tengo aquí una mariposa azul. Dígame, sabio, ¿está viva o muerta?”

Muy calmadamente el sabio sonrió y respondió:

“Depende de ti... Ella está en tus manos.”

30 mar 2009

MI CUARTO CAMINO


Dijo Buda:

Hay cuatro caminos para desarrollar la vida espiritual

EL PRIMER CAMINO

El primer camino es rápido y placentero.
En él, la apertura y el soltarse llegan con naturalidad,
como un nacimiento fácil, acompañado de alegría y éxtasis.


EL SEGUNDO CAMINO

El segundo camino es rápido pero doloroso.
En él podemos enfrentarnos a una poderosa experiencia de
cercanía con la muerte, un accidente, o la pérdida insoportable
de alguien amado.
Este camino pasa por una puerta en llamas para que aprendamos a soltarnos.


EL TERCER CAMINO

El tercer camino es gradual y acompañado de placer.
En esta forma de progreso espiritual la apertura y el soltarse suceden
a lo largo de un período de años, generalmente con facilidad y deleite.

EL CUARTO CAMINO

El cuarto es el más común de los caminos, también es lento y gradual,
Pero tiene lugar predominantemente a través del sufrimiento.
Las dificultades y la lucha son un tema recurrente, y a través de éstas es que gradualmente aprendemos a despertar.



Tú , en cual te encuentras?

23 mar 2009

SILENCIO Y QUIETUD


Cuando pierdes contacto con la quietud interior, pierdes contacto contigo mismo. Cuando pierdes contacto contigo mismo, te pierdes en el mundo.


Tu sentido más interno de ti mismo, tu sentido de quién eres, es inseparable de la quietud. Ése es el Yo Soy que es más profundo que el nombre y la forma


La quietud es tu naturaleza esencial. ¿Qué es la quietud? El espacio interno o conciencia en el que las palabras de esta página son percibidas y se convierten en pensamientos. Sin esa conciencia, no habría percepción, ni pensamientos, ni mundo.


Tú eres esa conciencia, disfrazada de persona.


El equivalente del ruido externo es el ruido interno del pensamiento. El equivalente del silencio externo es la quietud interna.


Cuando quiera que haya silencio a tu alrededor, escúchalo. Esto significa que, simplemente, has de darte cuenta de él. Préstale atención. Escuchar el silencio despierta la dimensión de quietud dentro de ti, porque sólo la quietud te permite ser consciente del silencio.


Observa que en el momento de darte cuenta del silencio que te rodea, no estás pensando. Eres consciente, pero no piensas.


Cuando te das cuenta del silencio, se produce inmediatamente ese estado de serena alerta interna. Estás presente. Has salido de miles de años de condicionamiento colectivo humano.


Mira un árbol, una flor, una planta. Deja que tu conciencia descanse en ellos. ¡Qué quietud manifiestan, qué profundamente enraizados están en el Ser! Permite que la naturaleza te enseñe la quietud.


Cuando miras un árbol y percibes su quietud, tú mismo te aquietas. Conectas con él a un nivel muy profundo. Te sientes unido a cualquier cosa que percibes en y a través de la quietud.

Sentir tu unidad de ti mismo con todas las cosas es verdadero amor.


Eckhart Tolle

15 mar 2009

SER HUMANO


Ser humano es ser una posada
Todas las mañanas llega alguien nuevo.

Una alegría, una depresión una mezquindad,
despertamos, momentáneamente a algo nuevo
Como acogemos a un visitante inesperado.

Recíbelos y atiéndelos a todos
aunque sean un montón de penas
que barren violentamente tu casa
y la vacíen de muebles.

Aún así, trata a cada húesped de manera honrosa.
Tal vez te esté preparando
para algún nuevo deleite.

El pensamiento sombrío, la vergüenza, la malicia
ve a recibirlos a la puerta, con una sonrisa
e invítalos a entrar.

Agradece a quienquiera que llegue
Porque todos has sido enviados
como guías del más allá.


Poeta persa Rumi

9 mar 2009

EL CAMINO HACIA LA LIBERTAD INTERIOR

Un cuento tradicional sueco nos da un atisbo de una fase de ese viaje

Debido a percances sufridos por sus padres, una joven princesa de nombre Aris debe desposarse con un temible dragón.
Cuando el rey y la reina se lo dicen, ella teme por su vida. Pero recuperando la sangre fría, va más allá del mercado en busca de una mujer sabia, que ha criado a doce hijos y a veintinueve nietos, y conoce dragones y hombres.
La mujer sabia le dice a Aris que por cierto debe casarse con el dragón, pero que hay una determinada manera de acercarse a él.
Entonces, le da instrucciones para la noche de bodas. En especial, le ordena a la princesa que lleve diez hermosos vestidos, uno sobre otro.
Se realiza la boda. Hay una fiesta en el palacio, tras la cual, el dragón se lleva a la princesa al dormitorio. Cuando el dragón avanza hacia su novia, ella lo detiene, diciendo que debe quitarse con cuidado el traje de novia antes de ofrecerle su corazón. Y él también, agrega ella (siguiendo las indicaciones de la mujer sabia) debe quitarse su traje. A lo cual el dragón accede de buen grado.
“A cada capa de ropa que yo me quite, tú debes quitarte también una” Y la princesa se quita el primer vestido y observa al dragón que se quita su capa exterior de escamas. Aunque es doloroso, el dragón ya lo ha hecho antes, periódicamente. Pero entonces, la princesa se quita otro vestido, y en seguida otro. El dragón ve que cada vez debe arrancarse una capa más profunda de escamas. Con el quinto traje, el dragón comienza a derramar copiosas lágrimas de dolor. Pero la princesa continúa.
A cada capa sucesiva, la piel del dragón se vuelve más tierna y sus formas se suavizan. Se vuelve más y más ligero. Cuando la princesa se quita el décimo vestido, el dragón suelta el último vestigio de su forma de dragón y surge un hombre, un hermoso príncipe cuyos ojos brillan como los de un niño, liberado al fin del antiguo hechizo que lo había transformado en dragón. La princesa Aris y su nuevo esposo se entregan entonces a los placeres del lecho nupcial, para cumplir con el último consejo de la mujer sabia de los doce hijos y los veinticinco nietos.


Como en un sueño, todas las figuras del cuento pueden encontrarse dentro de nosotros. Encontramos al dragón con sus escamas y a la princesa, a la abuela sabia, al rey y a la reina irresponsables, al príncipe oculto y a lo desconocido que había lanzado un hechizo hace tiempo. Lo que el cuento revela desde el principio es que el sentido del viaje no es el de entrar en la luz. Las fuerzas de nuestra historia humana y de nuestro apego son tenaces y poderosas. El camino hacia la libertad interior requiere que las atravesemos.
Es doloroso arrancarse las escamas, y los dragones que vigilan el camino son feroces. Se necesita la inspiración de los ángeles; hace falta zambullirse en el mar de lágrimas.